La salud es uno de los principales activos que tiene el ser humano para vivir, para desarrollar sus actividades personales y profesionales. Todos queremos salud y sin embargo, ¿cómo la encontramos? ¿Dónde la buscamos? Utilizar la vida cotidiana para fomentar y cultivar la salud es uno de los caminos más fáciles que defiendo para que cada persona pueda aportar salud y bienestar a sus días.

Qué es salud y cómo fomentarla

En 1946 representantes de 61 Estados firmaron la siguiente definición de salud que figura en el Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades“.

Aunque es una definición antigua, lo cierto es que como dice la salud no es solo cuidar el físico y no estar enfermos: es mucho más. Y para ello, la prevención y la búsqueda del equilibrio en cada momento, son prácticas que nos permiten aprovechar la capacidad propia del organismo para favorecer la salud desde el interior. Porque el equilibrio en la vida es dinámico, no estático.

Utilizando conceptos básicos de Medicina China, la vida cotidiana requiere que equilibremos el Yin y el Yang, lo interior con lo exterior. Durante el día predomina la energía Yang y eso favorece la realización de nuestras actividades profesionales y el movimiento. Por la noche, la energía Yang disminuye y da paso a la energía Yin para descansar y dormir, favoreciendo la regeneración de la energía para el día siguiente.

En los tiempos que corren, llevamos al límite a nuestras energías y nos excedemos, hasta que aparece el agotamiento. Y la vida nos para con el objetivo de recuperarse. La clave es lograr la armonía: ser flexibles y adaptarnos a nuestras necesidades y ritmos. Y utilizar la dieta, el ejercicio físico, el descanso, la meditación, el masaje y los hábitos de vida como terapia para restablecer la salud y el bienestar.

¿Cómo cultivar tu salud en tu vida cotidiana?

Cultivar tu salud en la vida cotidiana es más fácil de lo que parece. Hay que tener claro lo que quieres, prestar atención y ser consciente de las implicaciones de tus decisiones. Con esto ya habrás dado un gran paso para que en cualquier momento vuelvas a un rumbo saludable. Aquí te propongo seis áreas para cultivar tu salud y bienestar cada día.

1. Alimentación y nutrición equilibradas y adaptadas a tus necesidades, a tu actividad profesional y personal, a tu estilo de vida. Esto va de elegir lo que comes y cuidar tu cuerpo con el resto de áreas para que tu organismo se nutra, aprovechando todos los alimentos. La nutrición te permitirá tener energía abundante para vivir la vida que quieres.
2. Ejercicio físico adecuado a ti, a tus circunstancias y tu agenda. El movimiento es necesario para que la energía fluya a través del cuerpo y no se estanque. Ya sea caminar, bailar, nadar, correr, hacer bici o lo que sea que te guste, encuentra tus momentos para que tu energía se active, se renueve y aparezcan endorfinas que te aporten bienestar.
3. Descanso de calidad para renovar y regenerar tu energía vital y promover los procesos de homeostasis (equilibrio de todos los sistemas corporales) del organismo que favorezcan una salud integral y el bienestar cada día.
4. Vivir el momento presente, disfrutando cada instante. Reconcíliate con el pasado y acepta lo que ya no puedes cambiar. Ponle foco a tu presente y tu propósito de vida. Alinea tus pensamientos, sentimientos y acciones para crear la vida que quieres.
5. Ten relaciones transformadoras, donde ver tu luz y tu sombra. Que te descubran aquello que está dentro de ti y que solo eres capaz de ver en el espejo de las personas que te rodean, para hacer real ese yo completo que tú eres en esencia.
6. Pensamientos y emociones sanas, que te permitan crecer y transformarte en tu mejor versión. Mantén siempre la motivación para superarte. Los días malos son momentos que traen oportunidades para despertar tus talentos.

Si te ha gustado el contenido, házmelo saber. ¡Hasta pronto!

Bibliografía y referencias

• Entre el Cielo y la Tierra. Los cinco elementos en la Medicina China, de Harriet Beinfield y Efrem Korngold. Editorial La Liebre de Marzo